Ud. está en: Noticias > Cuando es un riesgo para el ambiente

Cuando es un riesgo para el ambiente

El toque pintoresco o curioso que puede aportar una computadora, un televisor, un artefacto de cocina o una heladera en cualquier vereda porteña desaparece cuando se analiza el potencial peligro que representan los componentes de esos materiales en el ambiente urbano.

Los aparatos eléctricos y electrónicos, por ejemplo, están compuestos por un 25% de componentes reutilizables, un 72% de materiales reciclables (plásticos, metales ferrosos, aluminio, cobre, oro, níquel, estaño) y un 3% de elementos potencialmente tóxicos (plomo, mercurio, berilio, selenio, cadmio, cromo, sustancias halogenadas, clorofluocarbonos, bifenilos policlorados, policloruro de vinilo, y materiales ignífugos como el arsénico y el amianto, entre otros). Si estos materiales no son tratados adecuadamente pueden contaminar el suelo y el agua, y no pueden ser recuperados.

En la Argentina, cada habitante genera en promedio 10,7 kilos de basura por año, algo más que el promedio mundial, que es de 7 kilos por año. Pilas, teléfonos, computadoras, televisores, heladeras, lámparas o electrodomésticos son descartados y, por desconocimiento o desaprensión, terminan a la intemperie, en medio de la calle.

Hoy, la mayor parte de estos artefactos en desuso finalizan en rellenos sanitarios o vertederos a cielo abierto, junto con el resto de los residuos, o en circuitos informales, y ponen en peligro también la salud de quienes los manipulan.

Apenas un porcentaje pequeño se retira y recicla adecuadamente, según las cifras oficiales porteñas (ver aparte). En la Argentina no existe a nivel nacional un circuito formal que permita el transporte y la correcta gestión de los aparatos electrónicos. Sólo hay programas voluntarios de municipios y empresas, que son insuficientes. Y al no haber una normativa específica, los resultados están a la vista.

La Nación
Domingo 28 de Febrero de 2016

Visite nuestros contenidos de
IMPACTO AMBIENTAL